lunes, 4 de mayo de 2015

¿Quién seré?


Texto que escribí especialmente para el cumpleaños de Tamara Duca, compañera, colega y amiga.


Hay momentos en los que la existencia me parece enormemente insoportable. No sé cómo hacen algunos para no hacerse problema al menos una vez por día sobre qué carajo nos pasa y qué mierda nos pasará.


A mí me pasa en el baño, cuando siento placeres físicos que parecen eternos y de eterno solo tengo el cielo, de hecho, el inodoro es más eterno que yo.
Más eterno, menos eterno. Seguro que lo eterno para vos no es lo mismo que para mí porque ni vos ni yo somos eternos, a no ser lo que sentimos… y hacemos.


Puedo jugar con la medición del para siempre si total, ¡soy tan racional! que por una vez por día que sea estúpido nadie va a morir, el mundo no va a encender el fósforo de su núcleo para enardecer por todas sus capas hasta llegar a la superficie, el lugar donde estamos y creemos que somos felices, para que al achicharrarnos apenas tengamos un momento de pensar que a la existencia no estaba mal pensarla como insoportable.


¿Podré usar la razón al ser partícula de partícula? ¿Seré partícula? ¿Seré aire fresco y liviano? ¿Acaso seré humo luchando por no disiparme? ¿Seré yo o seré vos?


Lo realmente irreal es ahora, es lo que veo y toco. Lo que pasa puertas adentro y ventanas afuera, lo que consumo y digiero, como el amor que muta hasta parecerse a un monstruo rojo con pelos en la boca y olor a olvido.


Festejemos que somos dueños, dueños de la conciencia y vamos a cualquier juicio cuando quieren desterrarnos.
Festejemos que podemos brindar con vasos llenos de ilusión y sentarnos a escribir historias que sí tienen el coraje de ser eternas.
Festejemos esos tactos carnales que nos encierran en un túnel sin razón para llegar al infinito y volver sin culpas.
Festejemos que nos cruzamos porque seguro no sucederá jamás, como no sucederá tampoco que llore en tus hombros lágrimas de fuego que no queman.
Festejar es festejar, no hay nada que nos haga sentir mejor.

Si no sé qué seré, ojalá sea el silbido del viento que pase por tus oídos y te cuenten de mí.

PH: Tamara Duca


González Robles.-
30/04/2015