martes, 14 de julio de 2015

El Subte, la ciudad



Nadie sabe cómo llegaron debajo de la tierra; nadie los vio entrar. Son el misterio urbano más grande que jamás nadie pudo develar.

Sus túneles son capaces de soportar el peso de una ciudad. ¿Alguien sabe cuánto pesa una ciudad? Bueno, porque los túneles del Subte sí lo saben.

Arriba de ellos está la vida de los que en superficie matan por complacerse, y eso pesa, pesa mucho. Los túneles del Subte son las espaldas de una ciudad.

Ahí abajo no hay luz natural pero sí energía, mucha energía, demsasiada.

Los Subtes, con esos ojos grandes iluminados, ven lo que se ve y también lo que no. ¿Hay más cosas que se ven de las que no se ven? Claramente es al revés.

Lo que sí se ve: gente, niños, locos, cuerdos, embarazadas, pobres, ricos, gordos y flacos.

Lo que no se ve: muertos que protegen a sus vivos como guardianes, llantos sin sonido, voces calladas, la historia que murió o al menos eso parece, olvido y misterio.

Está lleno de señales que nos marcan cómo llegar. Llegar a un lugar es el objetivo universal más perseguido y el Subte, con lo que es y con lo que no, es un aliado para alcanzarlo.

González Robles.-
14 de julio de 2015

No hay comentarios.: