sábado, 5 de diciembre de 2015

Ojalá seas deseo


Ojalá que cualquier parte de tu cuerpo pueda responderme con un tacto suave mientras duermo, que me haga sentir que es hermoso sentir que existimos después de existir.
La luna en la mitad de camino me habla de que todavía no pude dolerte, que aún creo que es demasiado el privilegio de seguir sintiendo.
Hemos recorrido demasiadas rutas juntos para hoy saberme solo y sin vos.
Vos que eras el amor, que eras la misma despedida continua a la medida de lo que me gustaba escuchar, que te sentí tan frío e inmóvil el último día que te vi y que también gracias a vos aprendí a escuchar al viento para hacerlo canción en un cassette negro con blanco mientras viajábamos y cantábamos a los gritos. 
Ojalá supieras que gusto de tus manos aferradas a mi cabeza acariciándome con furia y fuerza salvaje. Que extraño tu apretón de mirada, tu amor poderoso.
Amándote no me siento redundante.
Acá tus bichos aún son carne.
Te extraño tanto, papá.

Mar.-