viernes, 25 de mayo de 2012

Semen coagulado


No se busca la textura del placer máximo porque no existe.

Es la crema gomosa, pegajosa, de mi miserable excitación.

Una masturbación brutal.

Y una imaginación animal.

¿Cuántas veces soy capaz de tocarme?

Tocarme hasta descomponerme.

El de al lado, el del frente. El de todos lados.

Se valida todo. Se permite demasiado.

Delectación finita.

En el lugar que sea. El respeto olvidado.

Y el desamor.

Y la desesperación.

Y la fricción.

Y el enrojecimiento.

Y la irritación.

Una higiene justa con olores efectivos.

Oscuridad en mis ojos, luz en el parpadeo, luz divina.

Comunicaciones nocturnas con mi pasado.

Para usar y descartar.

Para reciclar y recordar la pérdida de las formas.

Con el oficio en la boca.

Con la experiencia en mi sombra.

¡Soy el peor de todos!



Martín González Robles.-

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