lunes, 14 de abril de 2014

Retazos

Cuando creés que ninguna puerta es capaz de tener la sencillez de abrirse para vos, te das cuenta que el problema no es la puerta si no vos. Y así, tal lo soñaste siempre, las cosas suceden muy a pesar nuestro.

Les comparto el poema que escribí para la Exposición de Arte en Rockela Bar organizada por Celeste Sosa, una fotógrafa talentosa en pleno ascenso y con mucho empuje para ponerse el arte al hombro.



RETAZOS

El amor no es un invento así que no tiene sentido que sigas diciendo que no le descubriste el olor al viento.

Acá, lo que diluvia es desilusión y el retorno se hace imposible en estas condiciones. Si vos lo querés intentar, yo siempre responderé ‘también’.

Amar es de pie, con las manos en alto y la vista puesta en la historia que de tanta que existe, nos ha dado un empuje que hasta acá no hemos podido matarla.

Vos lavás platos de la misma manera que sos capaz de tirar por la borda una vida de nudos que prometimos no desatar nunca.

Quiero no ser tan universal hablando de lo más universal del universo, pero la palabra tiene una lucha eterna con la acción.

Mientras unos llegan corriendo a tus brazos, yo solo lo hago contándote que soy capaz de hacerlo. Y lo logro construyendo un camino de emociones que te gustan.

¿Desde cuándo vos y yo nos quedamos a vivir bajo los mismos párpados?

Todo lo que nos pasa es por ser tan paralelos y no tener el valor de cruzarnos.

No necesito inhibidores de mis ganas de quererte. No insistas. No me lo repitas. No me insultes. No subestimes tanto dolor. No seas el desgraciado de turno.

Sabemos quién con quién pese a tus dudas. Es solo que a veces querer es una cadena rota que corta un eslabón pero no lo pierde. No lo pierde.

Hay silencios que mueren a pedazos ruidosos. Hay promesas que se escapan por el conducto de las cucarachas bebés. Hay una herida y muchos pedidos de perdón que mueren al nacer.

Cuando era chico, despertaba pidiéndole a mi mamá que me devuelva el autito azul porque según mis sueños, ella me lo había sacado por portarme mal. Al despertar, mi mamá estaba sentada en la cama esperando para abrazarme cuando el llanto brotaba.

Ahora, sueño que vamos caminando por una calle con tantas esquinas que no sabemos por cuál salir y, de tanto dudar, despierto y siempre estás a mi lado.

¿Ves?, se trata de salir pero tengo una idea, que sea juntos.


Martín González Robles.-
12 de abril de 2014.

No hay comentarios.: