La mano se arrastra e intenta recomenzar el bien conocido camino del derretimiento sentido sobre lo blanco. Puedo.
La comodidad que gesto no retrasa mis elecciones ni las somete a la espera. Sólo se existe por día.
Si busco fuentes que me inspiren es para acordar una cita con los puntos que apuntan mis apuntes y no desespero, no me duermo, todo lo creo, nada veo.
Estoy por oscurecer todo. Estoy por prohibirle la entrada a la luz. Estoy por irme (siempre estoy listo para irme). Irme de irse. Me voy a mi ideal. Me alejo de mi ideal. Vuelvo de volver.
Esto es lo suelto sin nexos. Son ideas. Son palabras.
Hay de mí en cada espacio y así como empieza (como se empieza siempre), se niega a morir (como se muere siempre).
Arriba hay gente, abajo también. Llevo una década urbanizado. Una década aprendida. Una década improvisada. Una década recortada, alejada y vuelta a retomar.
¿Qué me tocará vivir?
Martín G.R.
07/01/10
No hay comentarios.:
Publicar un comentario